lunes, 27 de agosto de 2012

¿Embarazo precoz?

Cerca de 16 millones de adolescentes entre los 15 y
19 dan a luz cada año.


Prensa Fundasalud

CREAR COMPRENSIÓN Y APOYO PARA REDUCIR LOS EMBARAZOS ANTES DE LOS 20 AÑOS

A nivel mundial, una de cada cinco mujeres a los 18 años de edad ya tiene un hijo. En las regiones más pobres del planeta la cifra se eleva a una de cada tres mujeres.3 El embarazo adolescente es más probable en las poblaciones rurales, pobres, y con menor nivel educativo.

Las recomendaciones de la OMS para reducir el embarazo precoz están respaldadas por dos revisiones sistemáticas usando el método GRADE y tres estudios sin el método GRADE, además de incluir las conclusiones de un panel de expertos. Las revisiones sistemáticas de la literatura abarcan estudios realizados en países en desarrollo (México y Nigeria), así como estudios realizados en poblaciones de bajo nivel socioeconómico en países desarrollados. En conjunto, los estudios demuestran reducciones del embarazo precoz entre las adolescentes expuestas a intervenciones tales como educación sexual, esquemas de transferencia de dinero en efectivo, educación inicial temprana y desarrollo juvenil, así como desarrollo de habilidades para la vida. Un estudio demostró una reducción de los embarazos subsecuentes como resultado de una intervención que incluía visitas domiciliarias con fines de apoyo social.

AUMENTAR EL USO DE ANTICONCEPTIVOS

Las adolescentes sexualmente activas son menos propensas a utilizar anticonceptivos que las mujeres adultas,5 aún en aquellos lugares en los cuales los anticonceptivos son fáciles de obtener.

Las recomendaciones de la OMS para aumentar el uso de anticonceptivos se basan en 7 estudios usando el método GRADE y 26 sin usar el método GRADE en 17 países, así como en las conclusiones elaboradas por un panel de expertos. Los estudios fueron realizados en Bahamas, Belice, Brasil, Camerún, Chile, China, India, Kenia, Madagascar, Mali, México, Nepal, Nicaragua, Sierra Leona, Sudáfrica, Tanzania y Tailandia. Algunos se concentraron exclusivamente en aumentar el uso del preservativo, mientras que otros examinaron el uso creciente de los anticonceptivos hormonales y de emergencia. 

En algunos, el aumento de la anticoncepción fue un resultado primario, mientras que en otros fue secundario. Algunos estudios se concentraron exclusivamente en acciones dentro del sistema de salud (tales como la entrega de anticonceptivos sin receta o en clínicas) mientras que otros se concentraron en el compromiso de la comunidad y los interesados directos con el aumento del uso de anticoncepción. En su conjunto, estos estudios demuestran que el uso de anticonceptivos puede aumentarse como resultado de acciones en múltiples niveles – a nivel de políticas, individuos, familias, comunidades y sistemas de salud.

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)