Prensa Fundasalud
Reduce el consumo de sal, ya que su exceso produce retención de líquidos y por ende, aumento
de la tensión. Cuanto menos sodio o sal contenga la dieta alimentaría, será más
sencillo eliminarla a través de la orina y así evitar la hipertensión.
Para suplantar la sal, condimenta con hierbas como
albahaca, tomillo, comino, estragón, laurel, orégano, perejil, pimienta, pimentón o azafrán. También usa vinagre de manzana, vino, aceites de girasol u oliva.
Opta por carnes magras: pollo, pavo (ambos sin piel),
conejos, ternera, buey, etc. Estas deben cocinarse a la parrilla, hervidas,
asadas, al horno, al vapor o a la plancha, no fritas ni en guisos.
Evita consumir las carnes enlatadas y embutidos.
Desgrasa los caldos de carnes o aves.
Consume pescado fresco, tanto el blanco (menos graso)
como el azul (más graso). Evita los pescados ahumados,en conserva o salados.
Se debe ingerir frutas y verduras frescas y prescindir de
los jugos envasados. Tener especial cuidado con las aceitunas.
Las legumbres y cereales pueden consumirse sin problemas.
Consume café con moderación y evitar las bebidas alcohólicas
de alta graduación.
Consume la cantidad de calcio diaria que el cuerpo necesita
(leche, yogures, flanes, quesos sin sal).