Desde el año 2.000
el día 18 de octubre se celebra el Día Mundial de la Menopausia a partir de un
acuerdo entre la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de crear conciencia en la población
acerca de la importancia de este período normal en la vida de la mujer, en el
que se van a producir cambios en ella, antes y después del cese de la
menstruación. Así mismo, se pretende que la mujer comprenda este proceso y sepa
cómo adecuar su estilo de vida cuando llegue este momento.
Según datos de la OMS dentro de treinta años se
triplicará el número de mujeres de cincuenta años o más (más de mil millones de
mujeres).
Una mujer tiene la menopausia cuando lleva 12 meses sin
menstruaciones, lo cuál ocurre en torno a los 51 años. Su causa es que los
ovarios dejan paulatinamente de producir estrógenos y progestágenos (hormonas
sexuales femeninas). Como vemos, la menopausia no ocurre un día, sino que es
todo un período, al que llamamos climaterio, el cuál comienza en torno a los 40
años y puede terminar hasta años después de la menopausia.
Durante el climaterio es cuando pueden aparecer los
síntomas debidos a la disminución de las hormonas, que pueden ocurrir con mayor
o menor intensidad ( o no aparecer) de unas mujeres a otras.
Los síntomas que pueden ocurrir con más frecuencia son
vasomotores (sofocos, sudoraciones, atrofia genitourinaria (sequedad vaginal,
molestias con las relaciones sexuales), pérdida de la masa ósea (que en algunos
casos puede llegar a producir osteoporosis y finalmente fracturas) y
alteraciones cardiovasculares (las hormonas sexuales femeninas parece que
tienen un papel protector sobre algunos factores de riesgo cardiovasculares).
Otros síntomas a los que se asocia: cambios en el humor, depresión… no están
producidos claramente por la menopausia. El aumento de peso parece que sea poco
probable que lo produzca la menopausia.
La menopausia es un período natural en las mujeres, que
no requiere tratamiento farmacológico, por todos los cambios que hemos visto
que se van a producir, es necesario que la mujer adecue su estilo de vida a las
nuevas necesidades de su cuerpo. Algunas de las medidas que pueden tomar son:
llevar una dieta equilibrada, baja en grasas y rica en lácteos, practicar
ejercicio físico de forma regular y abandonar el tabaco.