Ilei Vega Newman*
El día mundial
de la visión se celebra el segundo jueves del mes de octubre; según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene la finalidad de centrar la
atención en la ceguera, la discapacidad visual y la rehabilitación de los
discapacitados visuales. Tomando en cuenta la importancia de esta efeméride, en
todos los centros de salud del estado, se realizarán las actividades de
promoción de la salud visual y prevención de las enfermedades oculares; con el
objetivo de sensibilizar al público, acerca de la importancia de la prevención
y el tratamiento de la perdida de la visión.
Estudios
epidemiológicos, implementados por la OP o OMS en varios países, han demostrado
que la principal causa de ceguera es la catarata no operada, siendo seguida en
orden de importancia por otras causas curables o fácilmente evitables como son
la retinopatía, el glaucoma y degeneración
macular. De i igual manera, los estudios han demostrado que los defectos
de refracción y presbicia son las principales causas de visión deficiente.
Estos estudios
dejan al descubierto que cerca del 75 por ciento de la ceguera es evitable y
que los ojos sanos ayudan a envejecer saludablemente, por lo cual invertir en
intervenciones tempranas puede conservar la visión en edad adulta.
A menudo, las
causas de la ceguera evitable están asociadas a la pobreza y la falta de acceso
a servicios de atención oftalmológica de calidad. La ceguera evitable es más
común entre los más pobres de entre los pobres, las poblaciones marginadas.
Según el reporte de la OMS, el 90 por ciento de las personas ciegas en la
India, seis millones en China y siete
millones en África. Las personas que viven en los países en desarrollo tienen
entre cinco y diez probabilidades más de quedarse ciegas que las personas que
viven en países muy industrializados.
Un ochenta por
ciento de todos los casos de ceguera pueden prevenirse o tratarse, el derecho
a ver
puede y tiene que ser realizable.
A
nivel mundial, la mayor prevalencia de discapacidad visual se observa en las
personas de 50 años o mayores de ambos
sexos. Aunque la mayoría de las afecciones oculares que aquejan a este grupo
etario pueden tratarse con facilidad, como es el caso de las cataratas, en
algunas partes del mundo todavía hay que lograr que hombres y mujeres reciban
los servicios de atención ocular de forma igualitaria.
La
discapacidad visual tiene repercusiones de gran envergadura, que afectan a todos los aspectos del desarrollo humano,
sociales, económicos y la calidad de vida.
Coordinadora Estadal de Salud Visual de
Fundasalud.